domingo, 25 de octubre de 2009

TERAPIA OCUPACIONAL EN CARCELES


El procedimiento de la privación de libertad de personas en un recintos carcelario como método de condena sobre algún delito efectuado por alguien en la sociedad, es muy habitual en la mayoría de las culturas actuales; sin embargo, en la actualidad se han manifestado una serie de problemáticas relacionadas con este procedimiento, ya que se ha perdido la efectividad del verdadero sentido de enviar a recluir a estas personas que infringen la ley, pues no se trata de castigar, sino que más bien de reeducarlo para que al reinsertarse en la sociedad tenga las herramientas necesarias para desenvolverse junto a las demás personas.

Uno de los más grandes problemas que está teniendo nuestro país, es la sobrepoblación que hay en las cárceles, debido a que el paso por éstas no es un aporte benéfico en la vida de las personas, sino que más bien perjudicial, ya que las condiciones en las que se encuentran son consideradas anti hospitalarias, y que favorecen a crear un gran resentimiento. Los presos se adhieren mucho más con sus pares, pero no precisamente para surgir, sino que para seguir siendo vencidos por la vida que llevan, por lo que al salir de ésta situación vuelven a cometer un acto penado por la ley, siendo acompañada de las escasas oportunidades que poseen al encontrar trabajo o rearmar su vida, y vuelven prontamente a algún centro penitenciario.

La problemática de las personas que se encuentran privadas de libertad es compleja no sólo durante su estancia en prisión, sino generalmente ya antes y probablemente después. A veces las personas traen consigo dependencia a diversas sustancias, trastornos mentales, trastornos psicológicos, distorsiones en la concepción de la vida en sociedad, familias desestructuradas, procesos de formación, escolarización y laborales truncado, entre otros aspectos en su historial. Todas estas circunstancias que forman parte del ser y del comportarse de esas personas llevan implícito un desequilibrio ocupacional que se traduce en su rutina a nivel de auto cuidado, de ocio, de formación, de trabajo, de satisfacción con sus ocupaciones, de pérdida de interés ocupacional, etc. Este resquebrajamiento ocupacional es producto y causa a la vez de ese malestar psicosocial de la persona que ha cometido delito, de tal modo que se produce una retroalimentación.





El entorno penitenciario como institución y como centro le supone al interno un contexto favorecedor por un lado (encuadra, marca pautas, da cobertura a necesidades básicas, facilita la educación, el desempeño de un oficio, la atención especializada) y por otro desfavorecedor (disminuye la cantidad y la calidad de relaciones socio afectivas, dificulta la interiorización de la necesidad de la norma social, propicia la visión de uno mismo como perteneciente a un 2 micro mundo apartado de la realidad social externa, se promueve el control externo del comportamiento, lo que pone obstáculos para la adquisición de la independencia ocupacional).

Según Rincón, Ruiz, García y Teomiro (2006) al traducir esto al lenguaje ocupacional, se puede decir que se produce una situación de “deprivación ocupacional” (Yerxa 1989, Whiteford 1997, Wilock 1998), fruto de una combinación de factores internos a la persona y ajenos a ella (contexto) y que hace que la persona no pueda adquirir, usar o disfrutar algo. Las personas o no tienen fácil acceso o no saben llevar a cabo rutinas diarias como prepararse la comida, participar en ocupaciones significativas, cuidar un espacio propio, etc. Esto provoca efectos nocivos en la salud, en el bienestar y en el crecimiento personal. La deprivación ocupacional se ha visto que contribuye a los motines, los suicidios, los episodios sicóticos, las disputas entre internos.

Según la información investigada y los conocimientos básicos acerca de la profesión, se podría agregar que la principal misión del Terapeuta ocupacional es apoyar a la persona para que re signifique su vida, a través de las actividades que le son más importantes y a las cuales otorga mayor valor, pudiendo así empoderarse y tomar las riendas de su propia vida desde la ocupación más básica en su acontecer diario, y como se menciono anteriormente, potenciar las habilidades adquiridas en el proceso de reclusión para así poder comenzar de cero en la sociedad. Sin duda la tarea es ardua, debido a la escasa información existente acerca del tema y a los constantes prejuicios que deben vivir estas personas a manos de la sociedad misma que limita las oportunidades.

Las iniciativas de aplicar la Terapia Ocupacional en el ámbito penitenciario, surge con la principal motivación de dar validez a la ocupación como medio terapéutico. En el interior de los penales surgieron talleres artesanales, motivados esencialmente con la necesidad de generar recursos económicos para el grupo de reclusos del penal. Este “hacer” no estructurado ni dirigido por especialistas, constituyó un elemento importante de apoyo y defensa psicológica del detenido. Este ha sido un espacio de flujo de interacciones que rompió la rigidez de la autoridad dentro del penal, la cual se fue complementando con otras actividades como las relacionadas con cultura y deportes. Durante la realización de los talleres se reforzó la unidad e identidad del grupo transformándose en un efecto integrador dentro del penal. (Guajardo, 1991).


Estos talleres tuvieron dos funciones, una parte permitiría a los recursos rescatar una parte productiva y proveedora de recursos; la otra parte tiene que ver con el descubrimiento de nuevas habilidades y destrezas que estas personas no conocían, estimulando por sobre todo la autonomía y confianza en sí mismos. En el trascurso del proceso surgieron otras instancias que ayudarían a contrarrestar el clima hostil de la cárcel. También surgen iniciativas tales como talleres de discusión y capacitaciones, que favorecen la unidad del grupo, fortalecen roles e identidades de cada uno de los participantes del proceso.

Debido a estas características mencionadas anteriormente es por lo que se destaca la Intervención de la Terapia Ocupacional, ya que en estas condiciones ofrece un nuevo instrumento terapéutico: el trabajo en grupo.

Nuestro país está recorriendo un camino lento en cuanto a estos temas. Actualmente, Chile ha implantado la estrategia de utilizar el trabajo y la capacitación asociada a éste, ya que estos resultan ser elementos indispensables para que los internos desarrollen sus habilidades y puedan mejorar su vida tanto dentro como fuera del penal. Lo anterior es posible al permitirles ocupar su tiempo libre, obtener ingresos, adquirir conocimientos y experiencia laboral que faciliten su reinserción en la sociedad cuando obtengan la libertad.

Según Gendarmería de Chile (2001) el número de internos trabajadores en centros penitenciario del país superaba los 8.000. La mayoría se dedicaba a trabajar en talleres institucionales, como relacionados como microempresarios o relacionados con privados en un programa llamado Centros de Educación y Trabajo (CET), iniciativa que parte el año 1981 permitiendo a los reclusos “acceder a actividades de capacitación y trabajo remunerado, con el objetivo de prepararse para enfrentar su reinserción socio-laboral al momento de egresar del sistema penitenciario”( Centros de Educación y Trabajo [CET],1981).

La actividad laboral a la que pueden optar los reclusos en los penales, la podemos agrupar en trabajos con mayor formalidad como Microempresarios, en los Centros de Educación y Trabajo (CET) y Trabajo con Privados, o en trabajos más informales como Mozos, Jornales, Artesanos y en el Patronato Nacional de Reos.

Se piensa que principalmente una de las principales tareas abordadas por el Terapeuta Ocupacional tiene que ver con la Reinserción, debido a los diversos historiales de vida que traen consigo los reclusos, y que este al terminar la condena no es el mismo que hace algunos años atrás y la sociedad a la que vuelve también ha cambiado.
La persona tiene ciertas expectativas en cuanto a su libertad y deberá enfrentarse a una sociedad llena de estigmas, es recién el comienzo de un largo camino.

Un elemento en el cual hay que poner énfasis es en la reinserción familiar, ya que la persona mientras vivía en prisión se producía, a su vez, una desvinculación, perdida de roles y los cambios que el tiempo y la experiencia vivida hacen imborrables.

En relación a la reinserción laboral, se debe recalcar que es un proceso paulatino, ya que la persona al estar encarcelada, se encuentra las destrezas laborales disminuidas y se deben establecer nuevas rutinas de trabajo. Para enfrentarse a este proceso se realizan talleres laborales con la idea de orientar y determinar una cotidianeidad nueva. Sin duda el aspecto fundamental esta dado por el ejercicio práctico de un quehacer laboral, que propiciaran diversas actitudes que propiciaran la reinserción.

Para finalizar, es importante destacar que es necesario destacar que la inserción social no es únicamente que obtengan trabajo, estudien y por lo tanto adquieran autonomía, sino que de a poco vayan adquiriendo todas las potencialidades que como seres humanos tienen. La idea es que logren vivir dignamente en la sociedad conviviendo naturalmente con las tenciones y conflictos que ésta provoca.


























Bibliografía
Garcia, E., Rincon, M., Ruiz, M.& Teomiro, A. (febrero de 2006). Terapia Ocupacional. Recuperado el 16 de agosto de 2009, de http://www.terapia-ocupacional.com/GruposTrabajo/Terapia_ocupacional_penitenciario_carceles.pdf

Gendarmeria de Chile. (s.f.). Gendarmeria de Chile. Recuperado el 1 de septiembre de 2009, de http://www.gendarmeria.cl/

Gendarmeria de Chile. (s.f.). Centros de Educacion y Trabajo CET. Recuperado el 31 de agosto de 2009, de http://cet.gendarmeria.cl/

Guajardo, A. (s.f.). La Terapia Ocupacional en el tratamiento de presos politicos. Recuperado el 31 de agosto de 2009, de Centro de Salud Mental y Derechos Humanos [CINTRA]: http://www.cintras.org/textos/libros/libro%20linares/latoenlosppguajardo.pdf

4 comentarios:

  1. buen aporte para la reconcepcion de un sistema penal y carcelario más razonable y enfocado no sólo en el castigo, si no en las nuevas posibilidades que se pueden brindar.
    Perdonar no es divino, como dijo mi profesora de yoga.
    muy bueno el articulors cabeza loca

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  2. Muy buena explicación acerca de como la Terapia Ocupacional forma parte de esta adquisición de actividades significativas para la readaptación de los reos, ojala y se siga promoviendo la implementación de terapeutas ocupacionales dentro de los centros penitenciarios.

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  3. CREO QUE PUEDEN ESPECIFICAR MÁS EL QUEHACER DEL TERAPEUTA OCUPACIONAL EN EL AREA PENITENCIARIA.ACTUALMENTE HAY ALREDEDOR DE 30 TERAPEUTAS EN LA REGIÓN METROPOLITANA, LOS CUALES CUMPLEN DIFERENTES FUNCIONES AL INTERIOR DE LAS UNIDADES, Y ESTO DE ACUERDO A LO QUE MENCIONAN EN EL ARTICULO VARÍA EN DIFERENTES ASPECTOS A LOS CUALES USTEDES NO HACEN MENCIÓN.

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  4. Hola, soy terapeuta ocupacional y me encantaría saber que se necesita realizar (maestría o algo) para estar en un centro de readaptación social.

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